Siempre que nuestros dispositivos están conectados a internet somos vulnerables a ataques digitales. Para utilizar internet y visitar páginas web utilizamos un tipo de software llamado “navegadores”, como Google Chrome, Microsoft Edge, Mozilla Firefox o Safari. Existen algunos mecanismos básicos que ayudan a incrementar la seguridad de la navegación y pueden ser rápidamente implementados:
Extensiones o complementos:
Son softwares que pueden ser instalados directamente en el navegador. Hay varios tipos de extensiones, desde aquellas que bloquean anuncios hasta las que ofrecen protección de datos personales o incluso traducción. Es importante usar complementos que puedan ayudarte a aumentar la seguridad durante la navegación, pero también evitar descargar e instalar complementos de fuentes no confiables que pueden ser una manera de acceder a tu información.
Indicador de página web segura:
Para saber si estamos accediendo a una página segura, la URL -que es el link completo que nos lleva a una determinada dirección en línea- deberá empezar por HTTPS y no por HTTP. La letra “S” significa “seguridad” y que la página está cifrada y protegida. A la izquierda de algunas URL se puede ver un ícono de candado, que se refiere al certificado digital de la página e indica que se trata de una página segura. (https://www.)
El navegador normalmente indica cuando la página no es segura.
( Not secure | example.com)
Esto no garantiza que estés accediendo al sitio que deseas, por lo que es importante que siempre revises la barra de direcciones.
Comprueba que la dirección de la página web es correcta:
En ocasiones personas atacantes generan páginas con direcciones muy similares a la dirección legítima a la que queremos acceder, como por ejemplo registrar una página como 0hchr.org (con un cero simulando ser una “o”) en lugar para intentar simular la dirección web del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Esto puede servir para robar nuestra información. Comprobar que la dirección a la que intentamos acceder se encuentra correctamente escrita nos ayudará a prevenir múltiples problemas.
Historial y caché:
Los navegadores guardan el historial de los sitios web que visitaste.
Al mismo tiempo, guardan información temporal de todo tipo (por ejemplo, llenado de formularios, personas usuarias e incluso contraseñas), a la que se le llama “caché”. Borrar tanto el historial como la caché de los navegadores incrementa la seguridad y privacidad digital.
Modo incógnito:
La mayoría de los navegadores incluyen la posibilidad de usarlos en modo “incógnito”. Este modo permite que no queden registrados rastros del uso del navegador, como el historial de búsqueda y la caché. Sin embargo, es importante destacar que el “modo incógnito” no te protege de la obtención de información por parte de quien tenga control de tu equipo o de la red a la que te conectas.
Virtual private network (VPN):
LA VPN es una herramienta que oculta los datos del dispositivo de la persona usuaria y todos los datos enviados o recibidos. Así, el uso de VPN aumenta la seguridad de todo el tráfico de datos en internet y la identidad, ubicación u otra información sobre la persona usuaria.
Cifrado digital:
Para asegurar la privacidad de nuestras comunicaciones en línea, se recomienda el uso de cifrado. El cifrado es un proceso en el cual se codifican datos, archivos o conversaciones para que no puedan ser leídos si hay personas que intentan interceptarlos. Existen aplicaciones de mensajería bastante seguras, que utilizan el cifrado de extremo a extremo (o sea, de la persona que envía a la persona que recibe) para codificar las comunicaciones y garantizar su privacidad. Este es el caso de Signal en el servicio de mensajería instantánea o el de Protonmail para correos electrónicos. En el caso del correo electrónico, el cifrado es efectivo cuando tanto la persona que lo envía como la que lo recibe lo utilizan haciendo uso del mismo servicio o programa. Por ejemplo, enviar un correo de una cuenta Protonmail a una cuenta de otro proveedor de correo electrónico no necesariamente garantiza su cifrado. La seguridad de un correo dependerá del sistema menos seguro de los usados en la comunicación.
Redes públicas:
Los puntos de conexión públicos, como las redes wifi que se usan en aeropuertos, hoteles, restaurantes o instituciones públicas conllevan mayores riesgos que la conexión a una red privada. Si usas estas redes, puedes aumentar tu seguridad implementando algunas de las medidas anteriores como el uso de VPN o el acceso sólo a páginas https. Además, evita acceder a información sensible, desactiva las funciones para compartir archivos y desactiva de la opción de “conectar automáticamente” a las redes públicas.